El Presidente Biden ha presentado recientemente una propuesta que sugiere el aumento más significativo del tipo impositivo máximo sobre las plusvalías visto en más de un siglo.
Según su plan, el tipo marginal más alto para las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos que cumplan los requisitos se elevaría al 44,6%. Este aumento sustancial podría afectar notablemente a los resultados financieros de los inversores que tienen participaciones tanto en el mercado de valores como en las criptomonedas.
En numerosos Estados, esta propuesta elevaría los tipos impositivos combinados de las plusvalías federales y estatales por encima del 50%.
Además, el aumento propuesto del impuesto sobre las plusvalías no tiene en cuenta los ajustes por inflación, lo que introduce una capa adicional de complejidad a los cambios de política fiscal.
Los impuestos sobre las plusvalías suelen dar lugar a una situación de doble imposición, especialmente cuando se trata de inversiones en acciones, fondos de inversión en acciones o fondos cotizados en bolsa que siguen índices bursátiles. Ello se debe a que el impuesto sobre las plusvalías se añade al impuesto federal sobre la renta de las sociedades, actualmente fijado en el 21%.
¿Cómo se verán afectadas las plusvalías?
En la actualidad, el tipo del impuesto sobre las plusvalías de las inversiones a largo plazo -aquellos activos que se mantienen durante más de un año- es del 20%. Las plusvalías se definen como los beneficios que se obtienen al vender o negociar un activo.
Los tipos impositivos específicos aplicados a estas plusvalías pueden variar en función de diversos factores, como la naturaleza del activo, la renta imponible del individuo y el tiempo que se mantuvo el activo antes de su venta.
Para su presupuesto del año fiscal 2025, el Presidente Biden pretende casi duplicar el actual tipo impositivo sobre las plusvalías a largo plazo hasta el 39,6% para los inversores cuyas ganancias superen el millón de dólares anuales.
También se revisarán los criptoimpuestos
“En conjunto, las propuestas aumentarían el tipo marginal máximo sobre las ganancias de capital a largo plazo y los dividendos cualificados hasta el 44,6 por ciento”.
Además, el presupuesto para 2025 pretende suprimir, entre otros, un beneficio fiscal particular para las transacciones de criptomoneda.
En la actualidad, los inversores en criptodivisas están sujetos a normativas diferentes a las de quienes invierten en acciones o valores similares, lo que puede dar lugar a la declaración de pérdidas desproporcionadamente elevadas. Por ejemplo, un inversor en criptodivisas puede vender sus activos con pérdidas, solicitar una deducción fiscal significativa para reducir su carga fiscal total y, a continuación, recomprar rápidamente los mismos activos en criptodivisas.
El presupuesto propuesto pretende eliminar esta exención fiscal para las criptomonedas modificando las disposiciones antiabuso del código tributario para garantizar que los criptoactivos se regulen de forma similar a las acciones y otros valores.
Este ajuste significaría que los inversores en criptodivisas, al igual que sus homólogos en el comercio de acciones, no sólo pagarían el mismo tipo del impuesto sobre las plusvalías, sino que también dejarían de beneficiarse de la subvención fiscal específica disponible anteriormente.